Hoy ya no lo quiero ,como lo quise ayer.
Esperó tanto el alma ,que se quedó rendida .
Hoy ya no lo espero ,como ayer lo esperé .
Esperó tanto el alma ,que se durmió vencida.
Hoy ya no lo lloro ,como ayer lo lloré.
Te esperé tanto ,tanto , mi vida!
Te esperé toda la vida.
Y aquí se queda sólo ,otra vez este loco corazón.
Que pretende que lo amen con o sin razón.
Que pretende lo comprendan en su viaje de jitanos.
Que no se siente viejo ,aunque tenga ochenta años!.
Y no se cansa de buscar el oro en el barro.
Bendito oro ,jamás hayado!
Y aquí me quedo viendo los matices de la vida.
Sus colores me convencen que no hay rosas bellas sin espinas.
Y aquí mi alma protesta :!Date por vencida!
Y aquí es donde le digo :!Déjame tranquila querida almita mía!
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